Las estaciones biológicas son centros de monitoreo constante, cuyos objetivos se centran en la investigación científica y conservación de un ecosistema en donde la estación se ubique. Estas estaciones tienen la capacidad de recolectar información detallada del medio natural en donde se encuentra; aportando importante información para entender su dinámica y composición, además de encontrar soluciones para conservar un ecosistema.
En estaciones biológicas localizadas alrededor de todo el mundo, se llevan a cabo elaborados trabajos de investigación y planes de acción que fortalezcan e impacten de manera positiva a la flora y fauna que habitan en el ecosistema donde se ubique la estación biológica u otros parecidos.
Por otro lado, estas instituciones se convierten en un espacio fundamental para la formación de ecólogos, biólogos, periodistas y personas de muchas otras carreras; ya que aquí es donde muchos investigadores o estudiantes de diferentes procedencias pueden reunirse para dialogar e intercambiar ideas y experiencias que brinden información valiosa que beneficie al ecosistema.
Por ejemplo, en México existe la estación biológica Los Tuxtlas, que fue fundada por la UNAM y se encuentra ubicada en el sureste de Veracruz. Actualmente se están desarrollando 70 proyectos diferentes, entre entidades de la UNAM y otras instituciones foráneas. Gracias a estas instalaciones y su constante monitoreo, tienen registrados miles de especies de flora y fauna, y cada año se encuentran decenas nuevas especies.
También, en Costa Rica se encuentra la estación biológica La Selva, donde se han registrado que cada año más de 300 investigadores, estudiantes y visitantes acuden las instalaciones; y gracias a la información adquirida se publican más de 200 artículos científicos anualmente.
Las estaciones biológicas demuestran ser una herramienta primordial para el mundo de la ecología y biología, por todos los beneficios e información valiosa que puede aportar para continuar conservando todos los ecosistemas de nuestro planeta.